De lugares


1

Sobre la ruta de Bastides y Castelnaux, en la Cascogne, está Bassoues d¨Armagnac.A kilómetros de Toulouse, a una hora de los Pirineos y a dos del msr. Pero cerca, muy cerca de Lourdes, donde van ellos, los peregrinos. Los que todo esperan de Bernadette y de los pastorcitos. Los que ven o no ven a la Virgen, pero le exigen. Los que jamás llegarán a Bassoues d¨Armagnac, maldición, ni tan siquiera para comprar un mísero paquete de cigarrillos. Por eso fundamos el Círculo Anti-Bernadette.

2

Fue a un lugar y no encontró a nadie. Cambió de ropa y reencontró el lugar. Sacó la ropa y estaban todos. Desnudos.

3

En Santa Fe de la Vera Cruz, una ciudad del país más austral del mundo, no habitan los indios. Tampoco hay montoneras ni otras migraciones. El tiempo es lento .Y los habitantes tratan de convivir con el calor y cierta molicie burocrática que les cae bien. A esa ciudad llega un reputado antropólogo francés que, en menos de un año de estudios, arriba a la conclusión que la ciudad estuvo mal fundada y peor trasladada, y que toda la culpa es de un tal Juan de Garay quien, dice, a poco se mudó a Buenos Aires..

4

En la abadía de Flaran, fundada en 1151 en el valle de la Baïse, durante nueve siglos reinaron los silencios. A comienzos del año 2000, vinieron de Paris y de Lyon a fundar un centro patrimonial. Empezó a llegar gente de otras lenguas. Los silencios se quebraron. Y tras el visitante número 42.000, cuentan que reaparecieron los demonios. Les llaman, en verdad, ovnis.Y ahí todo empeoró. Para esta semana se esperan trescientos mil visitantes, que quieren verlos bajar.

5

Cuando papá se instaló en Messina, después del terremoto de 1918, todo estaba por ser reconstruído. El compró una casa cerca de la montaña, con robles y castaños. Allí fue feliz con Antonella, quien le dio a Bruno como primer fruto del amor.Cuando ella estaba nuevamente encinta, otro sismo sacudió a Messina. A papá lo encontraron bajo los escombros. Y Antonella, en su desesperación, se despeñó con el hijo en brazos la primera noche de su viudez.Yo soy la que llevaba en el vientre.

6

¿Por qué se mudó a L´Argentiére, en Ardeche? Porque allí había nacido el grand papa, antes que por la mosca de los viñedos emigrara a la Argentina. Pensó que debía volver a los orígenes. Y ahí fue donde conoció a Marina, se enamoraron y al casarse heredó las bodegas del suegro.Viñatero por adopción, enólogo por herencia, el vino marcó su azar hasta la misma muerte: cirrosis..

7

En Zama todo se ha borrado, menos el viento. La vieja ciudad del Africa septentrional sólo es un fantasma de lo que fue. Ni el vencedor Scipión ni el vencido Aníbal han dejado huellas. El tiempo lo ha tapado todo Hasta el camino de regreso que debo emprender.

8

Mi bisabuelo nació en Vigone, en el Piemonte, cerca de Alessandria. A los veinticinco, cruzó el océano con esposa nueva y fijó su anatomía en un pueblo que nacía en la región de los trigos, de Argentina. El Nuevo Mundo le pareció inmenso. Después de años de felicidad, hijos, propiedades y molinos harineros, la compañera murió. Viajó a Europa y volvió con otra.Ella fundó la discordia. Cierto día, la mujer cayó a un pozo de cal viva y ningún peón quiso salvarla. De ahí, la harina se deshizo..

9

Puso un puesto de artesanías en Taxco. El aire de México la beneficia y su piel se pone tersa. Siente que rejuvenece. Pero al año advierte que las artesanías no se venden. Entonces, abre el salón de belleza. Y al año, nuevamente cierra. No es por falta de clientes: su piel se ha vuelto un pergamino.

10

Este domingo iremos a Agrigento. Nos sentaremos en las piedras de los templos de Proserpina, Juno, después Júpiter. Y quizá invoquemos la sabiduría de Empédocles. Te leeré sobre los rodios de Gela e intentaremos juntos recitar un salmo romano. Después, al pomeriggio, bajaremos al pueblo y comeremos una hamburguesa en el Mc Donald´s y tomaremos dos buenos vasos de Coca para cerrar el paseo como corresponde.

11

En este lugar crecen hierbas malas. No para la muerte, hierbas malas para la vida. Y las quemamos con fuego, pero vuelven a salir con más fuerza. Ayer, entre las llamas, un demonio me mostró dientes agudos y sonrió fiero. Aunque crezcan hasta los ángeles, no volveremos a tocarlas.

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Acerca del autor

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Biobibliografía

Poeta, ensayista, crítico de arte, Jorge M. Taverna Irigoyen nació en Santa Fe. Ha publicado una decena de libros de poesía, crítica e historia del arte, mereciendo numerosos premios por su labor. Publicó sus narraciones breves bajo el título Historias verosímiles en la revista Letras de Buenos Aires y en el suplemento cultural de El Litoral de Santa Fe. Fue Director Provincial de Cultura, director y fundador del Centro Trandisciplinario de Investigaciones de Estética de Santa Fe y presidente de la Asociación Santafesina de Escritores. Es miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y Presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes.

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