Secretos


1

Chouchou Debussy ha muerto a los catorce tiernos años. El barrio comenta. Se ha ido tras su amado padre Claude, a poco menos de doce lunas. El barrio comenta. El médico se ha equivocado. El barrio comenta. Entró en melancolía, faltándole la música prodigiosa. El barrio comenta. ¿Los sepultarán juntos? El barrio comenta. Un secreto que quedará guardado bajo siete vueltas de llave…

2

Nadie sabrá jamás de quién es el niño. Lo criará ella con todo amor. Y basta. Por eso se fue varios meses a la Normandía. Y al volver, el pequeño fruto en brazos. El pequeño fruto de un engaño que sufrió su propia hija no digamos de quién. Y que ella ha aceptado como propio. Para siempre. Para siempre se ha ido André Cousteau de la casa. Un mal marido…

3

¿Por qué se dice eso de secreto a voces? Los secretos que se divulgan dejan de serlo, a menos que la habladuría los deforme y queden –en la realidad- como auténticos secretos. Todos murmuran que tiene una pierna artificial. Mario no lo niega, pero tampoco lo reconoce. ¡Y cómo camina ligero! Y hasta baila, los fines de semana, con cortes y quebradas. Mario sonríe. Cuando llega a casa, pacientemente, desarticula las piernas ortopédicas: no una, las dos, y recuesta su cansancio.

4

Guardo un secreto impuro. He matado a la ilusión. Y no se lo diré jamás a nadie, porque sé que eso es un pecado mortal, del que no seré absuelto de por vida. He matado la ilusión de la forma más artera: soy un cuerpo sin asombros.

5

Los secretos los guarda en la caja fuerte. Y da de ellos la versión contraria. Así, la vuelta de tuerca lo convierte en poco confiable criatura de ficción.

6

Fue en aquél 2008, año en que se descubrió lo de las neuronas virtuales. Vittorio Papaleo, que trabaja en el Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental, siente que todo esto excede a su capacidad de asombro. Mira los ratones albinos suizos, tratando de escapar de las cajas de metal. Mira los cobayos mordiéndose unos a otros. Mira los conejos caminando en dos patas. Toma un lanzallamas y en minutos incendia todos los laboratorios. Cuando el fuego trepa a los techos, llama por ayuda.

7

No dirán nada a nadie. Se irán esta misma noche por la puerta trasera del galpón, y saldrán a campo traviesa a ganar la libertad. Saben que al otro día todo el pueblo comentará. Todo el pueblo comentará que abandonaron casa, ganado, herramientas. Que se fueron dejando las puertas abiertas. Con todo adentro. Hasta el secreto de una huida de la muerte en vida.

8

Por dos centavos cuenta su secreto. Por cinco, el de su madre. Nació hija de la fantasía e inventa con tanta imaginación y vuelo, que todos le creen. Hoy inventó que su padre es, en realidad, el nuevo intendente. Todos abren ojos desmesurados. Y al propio intendente -después de cobrarle los cinco centavos- le cuenta el secreto que su madre está enamorada de él.

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Biobibliografía

Poeta, ensayista, crítico de arte, Jorge M. Taverna Irigoyen nació en Santa Fe. Ha publicado una decena de libros de poesía, crítica e historia del arte, mereciendo numerosos premios por su labor. Publicó sus narraciones breves bajo el título Historias verosímiles en la revista Letras de Buenos Aires y en el suplemento cultural de El Litoral de Santa Fe. Fue Director Provincial de Cultura, director y fundador del Centro Trandisciplinario de Investigaciones de Estética de Santa Fe y presidente de la Asociación Santafesina de Escritores. Es miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y Presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes.

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