De pura magia


1

De pura magia, la vida entró en un túnel largo y al final halló una gran puerta. Cerrada. Sintió que no era la muerte, sino otra vida. La abrió, maravillada. Adentro, sólo cuerpos transparentes.

2

Sin varita mágica, convertían agua en humo. Y paloma en conejo. Sin varita mágica hacían volar los pensamientos bajo forma de nubes. Un día se equivocaron: hicieron llover piedras sobre el público, en lugar de tenue nevisca. Hubo quienes comprendieron: están viejos. Otros, simplemente, los denunciaron por falsos taumaturgos.

3

Como el mago Merlin, algunos lo tienen por brujo y otros aceptan sus profecías. No conoce al rey Arturo ni ha fundado Orden alguna de la Tabla Redonda. Tampoco es escocés. Y de los libros de caballería, ni idea. Pero produce encantamientos a los ojos de los que quieran ver. Abre las puertas de las jaulas de oro. Libera de sortilegios a hadas buenas. Cura las alas de palomas heridas Y hoy, sin hesitar, abrió un puente aéreo para todos los niños desamparados del mundo.

4

Como aprendiz de mago, un desastre. En cambio, con los números es un alarde. Hoy, sin sacar una sola, contó las 7.823 hojas de un álamo añoso.

5

Le voy a narrar un verdadero cuento chino, en el que figuro en bambalinas. Li Pung, desde niño, voló alto. Los padres lo atribuían a la imaginación, pero un día en que su tobillo izquierdo se enredó en una nube, se dieron cuenta que la cosa iba en serio. Li Pung me confió, como amigos que somos, que no bajaría hasta que sus padres se convencieran que, aún sin alas, podía volar alto. Pero hoy la nube lo soltó..

6

El error de aquélla presidenta de un país muy austral fue visitar la tumba de Tutankamón, en el Museo Egipcio del Cairo, y a más atreverse con las pirámides. En su lejano país había temblores (no terrestres) y su paseo la retrotrajo amablemente a 4000 años atrás. Volvió vieja y amortajada, y como los pueblos no tienen memoria, la desconocieron y echaron destempladamente de su trono de madera encolada.

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Acerca del autor

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Biobibliografía

Poeta, ensayista, crítico de arte, Jorge M. Taverna Irigoyen nació en Santa Fe. Ha publicado una decena de libros de poesía, crítica e historia del arte, mereciendo numerosos premios por su labor. Publicó sus narraciones breves bajo el título Historias verosímiles en la revista Letras de Buenos Aires y en el suplemento cultural de El Litoral de Santa Fe. Fue Director Provincial de Cultura, director y fundador del Centro Trandisciplinario de Investigaciones de Estética de Santa Fe y presidente de la Asociación Santafesina de Escritores. Es miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y Presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes.

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